Este jueves 17 de febrero, a las 19.30h, en la Biblioteca Koldo Mitxelena de San Sebastián, se presentará el DICCIONARIO DE LITERATURA PARA ESNOBS, del francés Fabrice Gaignault, un hilarante catálogo mitómano de esos autores más o menos secretos, con treinta y dos ilustraciones de la donostiarra Sara Morante.
Sara Morante estudió artes aplicadas en España y en Irlanda, y ha asistido a varios talleres de litografía de Don Herbert, en Arteleku (San Sebastián). Recibió el Premio Nacional de Arte Joven, categoría ilustración del Gobierno de Cantabria en el año 2008, y sus trabajos han sido seleccionados y expuestos en el IV Premio Nacional de Litografía Ciudad de Gijón 09, Inmersiones 09 y Espacio Zuloa de Vitoria (ilustración ganadora del Good Shi(r)t 2010). Ha ilustrado el DICCIONARIO DE LITERATURA PARA ESNOBS (Fabrice Gaignault, Ed. Impedimenta), el cuento gótico del ruso V. Garshin LA FLOR ROJA (Ed. Nevsky) y el poemario Señal, de Raúl Vacas (Mundanalrüido), y ha realizado diversas colaboraciones en prensa y publicidad.
Ella nos cuenta su experiencia con este trabajo:
«Cuando Enrique Redel, editor de Impedimenta, me propuso ilustrar este diccionario, no me paré a meditar el hecho de que nunca antes había hecho retratos. Me pareció que el texto, la idea y el espíritu irónico de las descripciones de Gaignault eran demasiado inspiradoras y tentadoras para perder el tiempo titubeando. Mi primer “reto” consistió en saber dejarme llevar por la ironía y mordacidad del texto, y no caer en el simple retrato, o la caricatura, aunque creo que fue todo muy instintivo.La elegancia de los personajes y de sus descripciones me lo puso muy fácil, y creo que gracias a la riqueza de información y detalles cuiosos que nos cuenta Gaignault, ahora podría volver a ilustrar este libro de cinco formas distintas, al menos. Mi forma de trabajar en general y en este libro en particular, siempre es intentando no realizar ilustraciones demasiado descriptivas; dejo que el texto -sea realidad o ficción- me permita fabular un poco con esta escena o ese personaje, y trabajo paralelamente al texto, pero intentando que haya coherencia. En este libro, en concreto, busqué información de todos los escritores malditos y prácticamente desconocidos que ilustré, al margen de las descripciones de Gaignault, para poder formarme una opinión propia de ellos. Lo he disfrutado muchísimo, también, porque es un concepto muy nuevo dentro de los libros ilustrado. He tenido, y tengo, mucha suerte porque desde la editorial se me concedió toda la confianza y libertad creativa del mundo, y eso creo que, en cualquier tarea creativa, facilita la evolución del creador y multiplica el disfrute del trabajo; no hay nada como contar con esa confianza. »