‘Sensitive to pleasure’ de Sonia Cillari, primer premio VIDA


PRIMER PREMIO del Concurso internacional de Arte y Vida Artificial de La Fundación Telefónica
Sonia Cillari con ‘Sensitive to pleasure’

Puedes ver su proyecto aquí: Vídeo

En esta performance interactiva y provocativa, la artista pretende abiertamente abordar la frustración debida a la sensación de desconexión de la experiencia de su propia obra, a través de su trabajo como creadora audiovisual. Su estrategia consiste en crear una cadena representativa de acontecimientos, en la que el espectador se convierta en el medio que canalice la reacción física de Cillari ante su propia obra, ya sea de dolor o placer, que la artista ha representado como una mujer desnuda que permanece inmóvil en el centro de un cubo aislado con capacidad de interacción. La “criatura”, tal y como la llama Cillari, es la interconexión de la obra, ideada para que los espectadores puedan acercarse a ella y tocarla. Se trata de una antena de ondas radiofónicas situada en una interfaz sensora de un campo electrificado que envía datos de proximidad que controlan tanto el entorno sonoro de ocho altavoces del cubo como la interfaz de impulsos eléctricos que porta Cillari, situada en la entrada del cubículo. Cada una de las performances de la obra dura varias horas, y durante este tiempo se invita a los espectadores a entrar en el cubo de uno en uno. El espectador-participante es consciente de que la intimidad del su contacto con la “criatura” envía señales a los electrodos conectados a la artista, mientras que la audiencia que se mantiene en el exterior de la estructura observa como su cuerpo se ve sacudido repetidamente por espasmos provocados por los estímulos. La relación entre las dos mujeres es la de dos avatares o dos cuerpos aumentados y hermanados, y posibilitada por el visitante –es este quien las conecta- y por el control que la artista ejerce sobre la situación. No obstante, la vertiente más profunda de la obra radica en la barrera de piel que separa las experiencias de un ser humano de las de otro y nuestro fútil anhelo por traspasarla.

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