‘I WAS THERE’. Zuhar Iruretagoiena expone en Torre de Ariz .Basauri


El viernes 1 de abril se inuguró en Torre de Ariz (Basauri) la exposición de Zuhar Iruretagoiena titulada ‘Iwas there’
I was there! es una exposición muy relacionada con los viajes y con el protagonismo que nos damos a veces  al hacer fotos en lugares interesantes.

Lo explica  Aimar Arriola en la introducción que acompaña el catálogo:

Son representaciones aparentemente ordinarias, imágenes convencionales pertenecientes al ámbito de lo genérico; ese espacio de “lo común” donde la autoría de las imágenes pierde relevancia y sus usos son compartidos. Las fotografías en cuestión son producto de una misma acción repetida en varias localizaciones durante un reciente viaje de la artista: fotografiar un lugar, excluyendo del cuadro toda figura humana, y solicitar a algún transeúnte volver a tomar la imagen, esta vez incorporando a la artista en la composición. La principal cuestión aquí es la mirada, el lugar a dónde se dirige nuestra mirada, la pregunta de cómo nos mira el otro.

Bajo su forma total, la secuencia de pares fotográficos se nos aparece como una sucesión de “tomas de decisión”; una cadena de elecciones con implicación en el proceso de conformación de las imágenes, tanto dentro como fuera del marco. El primer conjunto de decisiones afecta a la mirada fotográfica, y obliga a quien produce la imagen –primero la propia artista y después ese “otro” de su elección– a determinar hacia dónde dirigirla, en que lugar proyectar su deseo.

El segundo, se sitúa en el tiempo de la recepción, es el conjunto de elecciones que rigen nuestra lectura de las imágenes, y la constatación de que la superficie fotográfica es un lugar de proyección y cruce de miradas y deseos encontrados –pese a no hallar signo alguno que certifique el origen diferente de las imágenes, excepto quizás la reiterada asimetría del par.
El orden de la acción inicial –“tomar una fotografía de un lugar, solicitar después a alguien que me fotografíe a mí allí”– es ahora invertido en la composición: a la izquierda vemos a una figura que ocupa el espacio, a la derecha ese mismo lugar aparece vacío. El paso de nuestra mirada como espectadores de una imagen a otra provoca cierta ilusión de desplazamiento –una figura que aparece y desaparece, un cuadro cuya extensión varía, etc.–, percibimos un devenir, la yuxtaposición de dos imágenes genera significados –el lenguaje y el cine también proceden así. Cada una de las dos imágenes que conforma el par se asemeja entre sí, aunque múltiples oposiciones internas las separa; las imágenes se acercan y distancian simultáneamente, al tiempo que el abismo que se genera entre ellas convoca, como fantasmas, a todas las imágenes que  “podrían haber sido”.
Aimar Arriola

 


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