Fuente: el correo
La obra de Pablo Uranga regresa a Vitoria
El Museo de Bellas Artes de Álava presenta una gran exposición sobre un poco conocido maestro de la pintura
La suma de fondos de instituciones, galerías y particulares ha permitido reunir en el Museo de Bellas Artes de Álava, tras dos años de trabajo, cerca de 70 óleos que recorren medio siglo de pintura, de la mano del vitoriano Pablo Uranga. La diputada de Cultura, Icíar Lamarain, se refirió a la muestra presentada ayer como una oportunidad para «contemplar un conjunto que en cuatro meses se dispersará y no volverá a contemplarse de esta manera».
Ana Arregui, que ha comisariado el proyecto con Cristina Armentia, describió al autor como un «pintor apasionado», y destacó su uso del color. Aunque «conoció el impresionismo en su estancia en París», la especialista matizó que no se encuadró en este estilo, y relacionó su arte con el de clásicos del siglo XIX como Goya.
La técnico responsable de Bellas Artes, Sara González de Aspuru, explicó que la exposición es un proyecto que ha conllevado «una investigación, plasmada en un catálogo», y recordó que el museo «tiene interés en investigar sobre los artistas que forman parte de su colección». Dentro de esta labor, la experta indicó que «se han consultado nuevas fuentes, como un epistolario», y añadió que en la muestra -que se inaugura a las 20.00 horas de hoy y estará abierta hasta el 16 de septiembre-hay obras inéditas como ‘La arena de Nimes’, de 1896.
Otras piezas desconocidas por el público alavés -que hace ya veinte años pudo ver una amplia monográfica dedicada a Uranga- son ‘Lagar’, ‘Retrato de Manola’ (con una clara influencia de su gran amigo Ignacio Zuloaga), ‘Vista de Santiago Etxea’ (en Zumaia, la casa familiar de los Zuloaga), ‘Retrato de Jesús Izarra Fernández de Retana’, ‘Frontón de Fuenterrabía’ o ‘Tardes de paseo’. Estas últimas corresponden a la primera época del pintor, que «cuando se traslada de Madrid a París, se ve ya la diferencia de tonos de paleta, hacia más oscuros, más ocres», detalló Cristina Armentia. Y, curiosamente, recuperó la claridad en unos paisajes de Labastida, de su ultima época, que también están expuestos en el museo del paseo de Fray Francisco.
El título es ‘El bohemio de Elgeta’, aunque «él es de Vitoria y recibió su primera formación aquí. Su mujer era vitoriana y maestra, pero él está muy vinculado con Elgeta», expuso González de Aspuru. La imagen elegida para el cartel y la portada del catálogo es «un autorretrato de 1906, con la clásica txapela, en el que se intuyen los pinceles y rasgos de su psicología», a través de la mirada del artista hacia el espectador.
La responsable de Bellas Artes comentó que esta iniciativa permite «recuperar esta figura, darle toda su magnitud y rescatarle de un cierto e injusto olvido». Y destacó que Pablo Uranga era capaz «desde pintar un cuadro pequeñísimo a hacer grandes pinturas murales en iglesias».
Géneros y bocetos
El montaje de la exposición se ha realizado con criterios temáticos, de forma que se han agrupado retratos, paisajes, escenas taurinas o costumbristas tanto del País Vasco como de otros lugares (Segovia, a tarvés de su relación con Ignacio Zuloaga). Asimismo, hay exponentes de pintura religiosa, como la entrada de una procesión en la iglesia de Elgeta o de pintura de Historia, «un género muy importante en el siglo XIX y principios del XX», indicó González de Aspuru.
En otra reducida sala, al fondo del museo, se exhiben pequeñas tablas y bocetos de paisajes, aportados por la familia de Uranga, «producto de ese amor que tenía por la naturaleza».